lunes, 14 de diciembre de 2015

INFORMACIÓN EXTRA DE LA ORGANIZACIÓN

El próximo 19 de junio de 2015 la Policía de Investigaciones de Chile, PDI, celebrará 82 años de vida. Fecha trascendental y significativa para el país, pero por sobre todo, para los hombres y mujeres que durante casi ocho décadas han servido a la nación desde una de las instituciones policiales más valoradas y reconocidas por la ciudadanía y la comunidad internacional. Espíritu de cuerpo, pujanza y una búsqueda permanente de la verdad son los sellos que resaltan en los años de vida de esta institución. LOS PRIMEROS PASOS Las primeras señales de la Policía Civil en Chile, se remontan al año 1864 cuando la Municipalidad de Valparaíso decidió crear la Policía Secreta, caracterizada por su reserva al momento de trabajar. Ese mismo año, se creó la figura de los “guardias comisionados”, origen de la Sección de Pesquisas y primer antecedente del nacimiento de la Policía Civil. Para concretar sus investigaciones estos guardias no usaban uniforme, el objetivo era pasar inadvertido entre las personas, sello que según los historiadores, permanece y caracteriza hasta el día de hoy a la Policía de Investigaciones de Chile. En la década del 70’, el guardia comisionado se convirtió en un importante apoyo para el control del delito y la administración de justicia, razón por la que el intendente de Santiago de la década, Benjamín Vicuña Mackenna, propuso adoptar como modelo policial a seguir el del “agent de la sûrete” de Paris, Francia, país del cual también se tomó la estructura administrativa, de hecho la denominación de cargos que perduran hasta hoy “inspecteur, commissaire, préfet”, fueron tomados de ese cuerpo policial. Al finalizar el siglo XIX, la sociedad fue testigo de una serie de cambios, de los cuales también fue partícipe la Policía, adoptando procedimientos que la pondrían a la vanguardia en Latinoamérica en el uso de nuevas técnicas de identificación, pues se comenzó a utilizar la fotografía para identificar a los delincuentes. De esta forma, Chile se convirtió en el primer país de América Latina en confeccionar una “galería de delincuentes”. Mientras se avanzaba en medicina legal, sistema carcelario y leyes, poco a poco el agente de pesquisas adquirió su propia identidad y reconocimiento social, empleando técnicas apropiadas y un método científico. Factor clave para frenar a la delincuencia que en ese entonces, aumentó por una progresiva concentración urbana. En 1889 se creó la Sección Pesquisas y luego en 1896 las Policías Fiscales, siendo parte de éstas la Sección de Orden ( con actuaciones orientadas a la prevención, vigilancia y al patrullaje urbano y rural –uniformado-) y la Sección de Seguridad, la que cumplía objetivos judiciales, investigando delitos, aprehendiendo delincuentes y obteniendo evidencias que se proporcionaban como pruebas a los magistrados del crimen, lo que definió claramente su carácter investigativo y civil, por cuanto se mantuvo “el pasar desapercibidos para lograr sus objetivos”, instaurado 32 años antes, ya que el sigilo y la reserva no sólo caracterizaban su actuación, sino que también garantizaban su éxito. Esta Sección contó con 75 agentes, un fotógrafo y dos telefonistas.

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